lunes, 22 de abril de 2019

Cadáveres en el Everest como punto de referencia


Hay más de 200 cadáveres en El Everest y se utilizan como puntos de referencia


Emonte Everest, es la montaña más alta del mundo con una altura de 8.848 metros sobre el nivel del mar. Localizada en el Himalaya, marca la frontera entre Nepal y China


Una vez en la “zona de la muerte”, la vida del escalador está en serio peligro. Si sufriera el temido “mal de altura”, roturas, congelaciones, o cualquier circunstancia que le impidiera moverse por sí mismo, sería prácticamente imposible su rescate.


Aunque una persona fallezca en un punto "accesible", el factor geológico hace que rescatarlo sea una tarea prácticamente imposible.

 La falta de oxígeno por cada paso que se da, un montañero experimentado puede necesitar realizar hasta 3 respiraciones, incluso el corazón va mucho más rápido en reposo para suministrar oxígeno con más frecuencia (aunque existen algunos casos en que han alcanzado la cumbre sin la ayuda del oxígeno) dificulta a la persona cargar con un cadáver y no es posible el acceso de los helicópteros 


Este helicóptero se estrelló en 2003, tratando de aterrizar en el campo base, 2 de sus 9 ocupantes murieron


Hay más de 200 cadáveres en el Everest, 150 nunca se han encontrado. Las rutas de acceso a la cima, están plagadas de cuerpos entre ellos 5 españoles y unos 50 acompañan a los alpinistas en su tránsito hacia la cumbre que han quedado en el punto exacto donde murieron. 



Muchos de ellos (al desconocerse de quién se trataba), han sido ‘bautizados’ con nombres y son utilizados como puntos de referencia.

Peter Boardman


Desapareció en 1982 y fue encontrado 10 años después sentado. Se le reconoció por su ropa.
Quienes toman la ruta Sur, se encuentran necesariamente con él. Dos nepalíes trataron de rescatar su cuerpo y murieron en el intento.

El Saludador



Se desconoce su identidad. Es uno de los cadáveres más conocidos y uno de los primeros con el que se encuentran en la ascensión. Apodado así porque el cadáver parece el gesto saludar con sus brazos.

Botas Verdes

Otro cuerpo bastante conocido en la ruta Sur. Apodado así por el vistoso color verde fosforito de sus botas.

Se trataba de Tsewang Paljor, un alguacil indio que murió de frío el 11 de Mayo de 1996. Aquel día murieron otras 7 personas.


Todos los que acceden por la ruta Sur tienen que pasar por su lado sorteándolo, a menos de un metro, siguiendo las cuerdas que se ven en la foto.

David Sharp

Al lado de “Botas Verdes” se encuentran los restos de David Sharp, un caso que ha escandalizado e indignado a la comunidad alpinista.


Su muerte causó controversia y debate, ya que fue rebasado durante su intento en solitario y no recibió la ayuda de otros escaladores que se encontraban subiendo y bajando de la cumbre mientras agonizaba en una pequeña cueva junto al cadáver de botas verdes


Entre ellas, el doble amputado, Mark Inglis, que pasó a su lado en su camino hacia la cumbre, y que decidió no pararse a ayudarle "porque estaba muy mal, prácticamente muerto. No parecía estar bien equipado, no llevaba oxígeno, ni guantes adecuados", señaló Inglis a una cadena de televisión neozelandesa para justificar su decisión.

Los miembros de la expedición llevaban cámaras en sus cascos, donde se recoge en vídeo una breve conversación con Sharp.

“Mi nombre es David Sharp y estoy con Asian Trekking. Tengo mucho sueño”

Francys y Sergei Arsentiev


Francys Arsentiev quería conseguir la cima sin oxígeno y el 22 de Mayo de 1998 logró su objetivo junto a su marido, Sergei Arsentiev.

Durante el descenso, la pareja se separó sin darse cuenta, en la oscuridad de la noche. Sergei llegó al campamento pero su mujer no. Al enterarse, cogió varias botellas de oxígeno y volvió a buscarla.

 La mañana del 23, una expedición encontraba a Francys a unos pocos metros de la cima. Se encontraba semiinconsciente y con síntomas de congelación. Tras suministrarle oxígeno, intentaron arrastrarla pero les resultó imposible y se vieron obligados a abandonarla. Llegando al campamento, se cruzaron con Sergei que subía a rescatarla. Fue la última vez que fue visto con vida.

Cathy O’Dowd contó que Francys no dejaba de repetir entre sollozos que no la abandonasen. Tras darle asistencia durante más de una hora, Cathy y su equipo se vieron obligados a abandonarla, escuchando sus súplicas mientras se alejaban. Francys murió por congelación.


El grupo que se vio obligado a abandonarla, regresó 8 años después para encontrar su cuerpo y cubrirlo con la bandera de su país.

El cuerpo de su marido, Sergei, fue encontrado un año después por la expedición. Se precipitó por la ladera a pocos metros de alcanzar a su mujer.

Shriya Shah-Klorfine


Shriya, alpinista canadiense de 33 años, murió en Mayo del 2012 junto a otras 2 personas. “Con el tráfico, los escaladores esperaron demasiado para alcanzar la cumbre y sometieron su cuerpo a la altitud más tiempo del debido. Muchos de ellos llevaban una pequeña cantidad de oxígeno, sin contar con el tiempo de espera”


encontraron el cuerpo de la mujer a 8.300 metros de altura. En ésta ocasión lograron bajarlo hasta el campamento 2, a 6.500 metros de altura, donde fue transportado en helicóptero.

Pero hay casos tan extraordinarios, que aún hoy día, no se le han encontrado explicación. Como el de Lincoln Hall.

Lincoln Hall

A Lincoln Hall, la prensa lo bautizó como el “muerto viviente” del Everest. El 25 de Mayo del 2006, descendía aquejado de mal de altura con serias alucinaciones. Los sherpas trataron de atenderle hasta que se quedaron sin suministros y el director del equipo les ordenó regresar abandonándole a su suerte. Cuando llegaron al campamento, comunicaron a su familia el fallecimiento.

Sin embargo, al día siguiente, a las 7 de la mañana, un equipo estadounidense encontró a Hall, a 8.700 metros. Estaba sentado con las piernas cruzadas, no llevaba los guantes puestos y tenía el mono bajado hasta la cintura y el torso desnudo. Estaba cambiándose la camiseta, no llevaba las gafas, el gorro, ni máscara de oxígeno o botellas, ni saco de dormir, mantas, ni cantimplora de agua. Tan sólo acertó a decir: “Les sorprenderá verme por aquí”.


Esta foto fue tomada por los que lo encontraron. Sufría alucinaciones y sonreía.

Inmediatamente se iniciaron las labores de rescate enviando a 12 sherpas que se unieron a los 4 componentes de la expedición. Consiguieron que Lincoln bajase andando hasta el campamento.



Sufrió graves congelaciones en los dedos de los pies y las manos y un edema cerebral, pero se recuperó.












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