jueves, 10 de mayo de 2018

Manuscrito Voynich


Los criptógrafos han intentado descifrar a lo largo de todo el siglo XX este manuscrito ilustrado de 240 páginas escrito hace más de 500 años, según la datación por carbono-14, en un idioma completamente desconocido y por un autor anónimo.

Se han propuesto muchísimos idiomas: árabe, vasco, romaní o, incluso, azteca. Pero las investigaciones de Kondrak y Hauer su metodología llegó a la conclusión de que el manuscrito está escrito en hebreo, porque las palabras son anagramas; es decir, palabras que resultan de la transposición de las letras de las palabras originales. Eso les daba una enorme capacidad de combinación en idiomas como el hebreo antiguo que no usaba vocales.


Su nombre es un homenaje al anticuario polaco Wilfrid Voynich, quien lo adquirió en 1912. Desde entonces nadie ha logrado entender los diagramas y dibujos de plantas que no parecen coincidir con ninguna especie conocida, lo que supone una dificultad añadida y una mayor intriga. 


El libro semeja a un auténtico tratado con seis secciones diferentes sobre biología, astronomía, cosmología, herboristería, farmacéutica y cocina. Los detalles intrigantes de las ilustraciones han alimentado muchas teorías acerca del origen del libro, su contenido, y los fines para los que fue concebido.