viernes, 21 de abril de 2017

Vasija de 800 años con sorpresa dentro...la historia está en la semilla

Arqueólogos encontraron una vasija de más de 800 años. Lo que había dentro... Cambió la historia.



En el 2008, en una excavación en Wisconsin, unos arqueólogos hicieron un pequeño, pero asombroso descubrimiento: Una diminuta vasija de arcilla.
A pesar de que no era muy impresionante a simple vista, se descubrió esta pequeña pieza de cerámica tenía 800 años de antigüedad.



Los arqueólogos encontraron unas semillas. Las semillas probablemente fueron enterradas en la vasija como un método para guardar suministros de comida. Se determinó que las semillas eran una vieja y ahora extinta especie de calabacín.



Siete años después del descubrimiento, unos estudiantes decidieron plantar las semillas de 800 años  y para sorpresa de todos, algo creció!



El calabacín fue nombrado Gete-okosomin, que Significa "Viejo y Enorme Calabacín".



Puede parecer un humilde calabacín, pero también es el símbolo de las comunidades de antes y una mirada fascinante a lo increíbles que pueden ser las plantas.

Ahora, están trabajando en cultivar el calabacín para que no vuelva a extinguirse.



Es increíble pensar que una pequeña vasija de barro enterradas en el suelo hace 800 años seguiría siendo relevante hoy en día, pero es verdad! En realidad, ha traído una especie extinta de calabaza que se presumía que se pierde para siempre. Gracias a nuestros ancestros indígenas! Incluso sabían lo que significaba la preservación. Sabían que la importancia del futuro, ¿No es asombroso que están afectando a nuestros ámbitos de la vida hasta hoy?

Fuente- Winona LaDuke que dio nombre al calabacín.


miércoles, 19 de abril de 2017

Los cuatro puentes



Rebeca tenía dos abuelos a los que adoraba, pero ahora están muertos. Y sobre ellos es la historia que os voy a contar.

Un día el abuelo falleció y la abuela quedó como un alma en pena vagando por la casa que habían compartido tantos años en amor y armonía. Aún tenía familia por supuesto, pero no era lo mismo. La abuela tenía mucha confianza en Rebeca, tanta que terminó confesándole algo que le ocurría: soñaba con su marido muerto.
"Hay cuatro puentes, y al final de los puentes está él, alargando la mano para que vaya con él".
Pasaron los días y los meses, y una noche fue Rebeca la que tuvo un sueño extraño:

Era pequeña y entraba a un ascensor con su abuela. Iban cogidas de la mano y el elevador ascendía pisos y pisos. Una especie de viaje sin retorno puesto que el ascensor no era familiar para Rebeca. No sabía cuántos pisos habían ascendido cuando, de pronto, el ascensor se paró y se abrieron las puertas.
La abuela soltó la mano de Rebeca y salió. Ella trató de avanzar pero su abuela le dijo: "No, tú no vienes conmigo". La abuela le sonrió en su sueño y aquí terminó todo.

Cuando Rebeca se despertó por la mañana su abuela había fallecido la misma noche. En el sueño se había despedido de ella.
Y me preguntaréis, ¿qué tienen que ver los cuatro puentes en esta historia? Cada puente es un mes. La abuela falleció cuatro meses después que su marido, o sea, cuatro puentes después... y recordad que ya os lo decía ella en su sueño: al final de los cuatro puentes, su fallecido marido le tendía la mano.